Estaba jugando al dominó con mi hija de 4 años.
Me ganó la partida.
La halagué: -te felicito por estar tan atenta y tan concentrada-.
Me miró fijo, contenta, y mientras se tocaba la sien repetidas veces con el dedo índice de la mano derecha, me dijo:
-Es que acá adentro, papi, ¿ves?, tengo un salchichón mágico, que me sirve para saber cual es la ficha que tengo que poner para ganar-.
Me quedé boquiabierto.
Interesante concepto infantil de como funciona el pensamiento humano.
Me deshice las neuronas pensando como diablos se le ocurrió algo así; no lo sé.
Seguramente su salchichón mágico es mas poderoso que el mío.
Hay gente que tiene un salchichón primavera...
ResponderEliminar¡Jajaja! ¡Un salchichón mágico! ¡Genial!
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