Mi madre toma bebidas con alcohol. Mi padre es abstemio.
Cuando se sientan en un bar y ordenan de beber, "una cerveza y una gaseosa", el camarero, indefectiblemente, sirve la gaseosa a mi madre y la cerveza a mi padre.
De niño he visto la escena decenas de veces, incluso en lugares donde solíamos frecuentar y el mozo nos conocía, el vaso de cerveza se colocaba frente a mi padre.
Nunca, jamás, vi un mozo que atinara siquiera a preguntarles ¿la gaseosa para la señora?.
-El mozo argentino es machista- argumenta siempre mi hermana con respaldo estadístico. Y yo adhiero.