14 de septiembre de 2011

Quien se Come la Última Porción de Torta es el Próximo que se Casa.

Mentira absoluta, altamente infundada, no la crea, en serio se lo digo. No tiene un sustento lógico ni casos comprobados conocidos.
Es mas, me tomaré el atrevimiento de contar una historia hasta ahora nunca revelada:
María Buena, la mujer que consagró la mitad de su vida a comer la última porción de torta, y jamás fue desposada.
Luego de un par de noviazgos frustrados -con promesa de casamiento incluida-, María Buena siente la necesidad de refugiarse en algo.
Lo curioso del caso es que la despechada dama no acude a los clásicos sistemas de contención que todos conocemos para estos casos, como ser:
  • invocación a los santos
  • visita a curanderos y sanadores
  • asistencia de celestinas
  • grupos de autoayuda
Pues no, hete aquí que contrariamente a todo lo esperable, se hace devota de la creencia popular que nos tiene en cuestión: si uno está en una reunión y se sirve la última porción de torta que queda en la bandeja, será el próximo en contraer matrimonio.
Primero fue en forma disimulada, en cada fiesta, reunión o convite en el que fuera parte, se iba arrimando sigilosamente a las fuentes y bandejas, con la intención de servirse y comerse la última porción. Lo hacía con decoro y nadie había caído en la cuenta del asunto.
Claro está que no pasaba nada y ningún candidato caía del cielo para pedirle matrimonio. Ante los primeros síntomas de frustración, comentó su estrategia fallida a un par de amigas y poco tiempo bastó para que todo su círculo íntimo, y un poco mas allá también, estuvieran al tanto de la situación.
Ahora todos la observaban, y ella se daba cuenta. Incluso gente maliciosa organizó un par de asados y reuniones con el único fin de mofarse de su actitud. Esto no tardó en convertirse en una espiral ascendente de locura.
Su obsesión por comerse la última porción de torta, de pizza, de fiambre, de arroz o de lo que sea, se transformó en un grotesco absoluto. Entraba a las reuniones gritando y amenazando de muerte a quien osara con interponerse en su objetivo. Lo que era una gracia al principio terminó convirtiéndose en un drama. Ya nadie la invitaba a las reuniones, pero ella se enteraba igual y aparecía en el momento justo.
La última reunión de amigas en una conocida casa de té de la ciudad terminó de una manera tan bochornosa que preferimos pasarla por alto.
A María Buena la fueron dejando de lado; murió sola y abandonada. Hoy la rescato del olvido para echar tierra a una ridícula creencia popular.
Y ahora... ¿Todavía cree en la afirmación de la frase del título?

1 comentario:

  1. "La última reunión de amigas en una conocida casa de té de la ciudad terminó de una manera tan bochornosa que preferimos pasarla por alto."
    jajajajja, que buena frase.

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