Este diálogo ocurrió en el arca.
La esposa de Noé le había preparado una exquisita cazuela.
Noé: - Mi amor, que delicioso estofado.
Esposa: - Gracias mi cielo, es lo menos que mereces (esto lo debe haber dicho con sorna, porque el cielo, en pleno diluvio, no era de lo mas lindo que había).
Noé: -¿Y que carne era?
Esposa: - Ave.
Noé: - Ya se, mi amor... pero que ave... ¿pollo?
Esposa: - No, pollo no. Era otro mas chiquito...
Noé: - ¿Codorniz?
Esposa: - No, eso tampoco.
Noé: - ¿Perdices quizás?
Esposa: - No... unos mas coloridos...
Noé: - ¿Serían faisanes?
Esposa: - Que más da, querido... total que de esos, eran los dos últimos que quedaban.
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10 de noviembre de 2012
4 de noviembre de 2012
Instantes eran los de antes
Canal de deportes. Previa a la transmisión de un partido de fútbol.
Grandes titulares en la pantalla "EN INSTANTES RIVER - BOCA".
El periodista deportivo llenaba el espacio temporal de palabras vacías y conceptos huecos; reiteraciones. El motivo era evidente: faltaban mas de dos horas para que se iniciara el encuentro.
Canal de noticias. Imágenes de un choque en alguna autopista.
Grandes titulares en la pantalla "TRAGICO ACCIDENTE. OCURRIO HACE INSTANTES".
En la pantalla veo que es de noche. Lo pasan al mediodía.
Que largos son los instantes de la televisión argentina.
Tal vez debieran ser mas específicos y decir: "DENTRO DE 7500 INSTANTES COMIENZA EL SUPERCLÁSICO" o "ESTO OCURRIO HACE 12850 INSTANTES".
Para que no nos confundamos. Para tener un orden de magnitud. Para no sentirnos tan insultados.
Un instante, lo recuerdo como aquel en que el profesor se daba vuelta o miraba para otro lado y me permitía fisgonear en mi machete durante un examen.
O cuando no se como, me distraje y me sacaron la billetera del bolsillo de la campera.
También está el instante romántico, ese breve y casi imperceptible cruce de miradas cómplice entre quienes tienen algo que decirse pero aún no encontraron el momento.
Imaginen ahora que necesitásemos dos horas para pispear un machete; o que el ratero demorase cinco horas en sacarme la billetera del bolsillo (bueno para mi, malo para el ratero). Peor: que fuera necesario mirarnos diez horas a los ojos con alguien para darnos cuenta de que estamos enamorados.
Los instantes de la televisión argentina son una porquería; horribles. Me quedo con los mios, con los de antes.
Esto es todo queridos lectores, en instantes, una nueva entrada en este blog.
Grandes titulares en la pantalla "EN INSTANTES RIVER - BOCA".
El periodista deportivo llenaba el espacio temporal de palabras vacías y conceptos huecos; reiteraciones. El motivo era evidente: faltaban mas de dos horas para que se iniciara el encuentro.
Canal de noticias. Imágenes de un choque en alguna autopista.
Grandes titulares en la pantalla "TRAGICO ACCIDENTE. OCURRIO HACE INSTANTES".
En la pantalla veo que es de noche. Lo pasan al mediodía.
Que largos son los instantes de la televisión argentina.
Tal vez debieran ser mas específicos y decir: "DENTRO DE 7500 INSTANTES COMIENZA EL SUPERCLÁSICO" o "ESTO OCURRIO HACE 12850 INSTANTES".
Para que no nos confundamos. Para tener un orden de magnitud. Para no sentirnos tan insultados.
Un instante, lo recuerdo como aquel en que el profesor se daba vuelta o miraba para otro lado y me permitía fisgonear en mi machete durante un examen.
O cuando no se como, me distraje y me sacaron la billetera del bolsillo de la campera.
También está el instante romántico, ese breve y casi imperceptible cruce de miradas cómplice entre quienes tienen algo que decirse pero aún no encontraron el momento.
Imaginen ahora que necesitásemos dos horas para pispear un machete; o que el ratero demorase cinco horas en sacarme la billetera del bolsillo (bueno para mi, malo para el ratero). Peor: que fuera necesario mirarnos diez horas a los ojos con alguien para darnos cuenta de que estamos enamorados.
Los instantes de la televisión argentina son una porquería; horribles. Me quedo con los mios, con los de antes.
Esto es todo queridos lectores, en instantes, una nueva entrada en este blog.
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